lunes, 15 de marzo de 2010

UNA BROMA!!!!

La risa es la salvación. Algunos de los momentos aparentemente más duros de nuestras vidas se difuminan tras pasarlos por el tamiz de la comedia y la relativización. Tras esta mágica alquimia , los grandes dramas se reducen, transformándose en débiles recuerdos destinados a desaparecer en el abismo de los problemas que nunca lo fueron. Reconozco que en los últimos meses me he reído menos de lo habitual. Vivir solo tiene muchas ventajas, pero hay días en los que no te ríes, porque no es plan de descojonarte solo por la casa ( bueno, o sí). Y la risa que no sale a tiempo se va enquistando dentro de alguna parte de la anatomía ( teoría inventada nº1). Como si los circuitos neuronales se fueran cerrando y entristeciendo . Tu cerebro va olvidando el impulso de la carcajada y al cabo de los días, no entiendes cómo has llegado a encontrarte en este estado neutro en el que nada te estimula. Porque a menos risa, menos riqueza ( teoría inventada nº2 ).Esto , que parece una imbecilidad, probablemente lo sea, porque yo nunca dije que no fuera imbécil. Y no estoy hablando de reírte de una forma sana y natural. Pero oye, si te puedes reír de tus seres queridos de forma sana y natural , adelante. Quizás ellos no se lo tomen muy bien y se depriman, pero si se deprimen de forma sana y natural, adelante también. Creo que la clave para mantener un nivel aceptable de comedia en la vida, consiguiendo así el equilibrio natural anímico al que debemos de estar destinados, se encuentra en empezar a reconocer los momentos en los que la risa debería ser la protagonista (teoría inventada nº3) .Y una vez reconocidos esos momentos, no deberíamos dudar en insertar la carcajada correspondiente, porque si no la insertas en el hueco adecuado, esa carcajada se queda bloqueada entre el pecho y el estómago ( ya no llevo la cuenta).
Hace unas cuantas noches estaba solo en mi casa con la calefacción estropeada , mientras veía solo que comenzaba a llover, cenando solo sin sofá ni televisión, mirando al infinito solo y leyendo en el horóscopo que me encuentro en el momento ideal para tener nuevos proyectos ( no sé si os he comentado que estaba solo). Recuerdo que miré a mi alrededor para confirmar el despropósito y luego sentí una pena horrorosa de mí mismo. Si hubiera sido un poco más listo, habría sabido reconocer ese instante como uno de los huecos ideales en los que insertar una carcajada.
Si hubiera liberado la risa en ese momento que ahora describo, ese momento no merecería siquiera ser relatado. Habría pasado al cementerio de las anécdotas que no vale la pena resucitar. Habría marcado la diferencia entre anécdota y acontecimiento. ¿A qué se le puede llamar acontecimiento?. Desde la humildad absoluta creo que, por ejemplo, leer estas líneas podría ser, objetivamente, un acontecimiento. Y luego pues detalles tipo nacer, morir y cosas así muy vistas ya. Como escuché decir a Santiago Segura el otro día, la vida es una broma, habrá que hacer el esfuerzo de reírse un poco más ( inserte aquí su carcajada) …

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