CUENTO DE "LA LIEBRE Y LA TORTUGA"

Cierto día, una tortuga de carácter abierto y cortés , se hallaba paseando tranquilimente cuando, de repente, una liebre pasó corriendo por su lado, y apartándola con desconsideración, le propinó un fuerte empujón.

Perdiendo el equilibrio, la pobre tortuga cayó al suelo con tan mala pata, que acabó patas arriba, vuelta sobre su caparazón sin poderse levantar.

Un gentil gatito acudió, solícito, a socorrerla , mientras la liebre reía satisfecha.

-¡Eres el más torpe de los animales! Tus patas no sirven para sostenerte ... ni siquiera para andar.

Enojada , la tortuga le desafió a una carrera, y muy segura de sí , la liebre aceptó carcajeándose.

-¡Ganarme a mí, que soy más veloz que el viento!.


El gato actuó de juez , dio la señal de partida. En un momento se perdió de vista la liebre, y la tortuga , imperturbable , empezó a avanzar fatigosamente.


La liebre se detuvo bruscamente,; antes sí tenía un campo de zanahorias. Tenía mucho tiempo -pensaba-. Su rival no conseguiría alcanzarle y se puso a comer.

Mientras , la tortuga caminaba sin decaer. Pasó cerca de su contrincante , pero ésta, después del atracón , se había quedado completamente dormida.

Cuando despertó , ya era demasiado tarde,; corrió , pero la tortuga pisaba ya la línea de llegada; había ganado la carrera, no por ligera , sino por constante.